Esta antigüedad de 6.000 años para el dolmen de Menga lo situa a la par de los templos megalíticos de Malta, el lugar donde quizás más se han estudiado estas construcciones y, por tanto, más se ha cuestionado su uso y datación. Son varios los investigadores que opinan que los edificios megalíticos, en particular los malteses, habría que remontarlos, como poco, al 8.000 o 10.000 a.C., pero se topan con el mismo problema de siempre para datarlos, pues para la piedra no sirve el carbono-14 como es evidente.
Pero la isla de Malta ofrece una posibilidad fascinante de poder datar la época del megalitismo: se han encontrado grandes bloques de piedra, incisiones rectilineas en el suelo, bocas de pozo, gradas, arcos y hasta escaleras que parecen evidentes manufacturas humanas... sumergidas bajo las aguas del mar cerca de la costa. Son hallazgos de los investigadores Hubert Zeitlmair y Graham Hancock siguiendo las pistas de submarinistas que se encontraron con ellas, y suponen poder datar este tipo de construcciones por lo menos en Malta ya que basándose en los estudios sobre el cambio de las costas en los últimos miles de años, principalmente en los "mapas de inundación" del programa informático de Glenn Milne, de la Universidad de Durham, se sabe que esa zona estaba en tierra firme mucho antes del fin de la glaciación, estimándose ¡entre 18.000 y 15.000 años de antigüedad! Estos hallazgos y teorías están expuestos en el libro de Hancock "Underworld". Toda una revolución de poder confirmarse, pero como suele ser normal, obtiene poca atención por parte de la ciencia oficial, otra cosa es que sin decir nada o muy poco esta investigue, como parece que se está haciendo en las marismas del Guadalquivir...
¿Son las grandes construcciones megalíticas templos de antes del fin de la glaciación y de los tiempos inmediatamente posteriores, es decir, de hace más de 10.000 años de antigüedad? La solución, quizás, debajo del mar...
La siguiente pregunta sería: ¿quiénes...?
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lunes, 20 de septiembre de 2010
LOS DÓLMENES: ¿TUMBAS DE HACE 5.000 AÑOS O TEMPLOS DE HACE 10.000 AÑOS?
Con las obras megalíticas surgen siempre tres preguntas: cómo, cuándo y para qué se hicieron. Las tres son complejas y aunque la ciencia oficial tiene su teoría que parece clara y contundente, ni mucho menos lo es pues se basa en indicios discutibles. El cómo voy a dejarlo y voy a centrarme de forma sencilla y breve en el para qué y cuándo.
Para la arqueología, los dólmenes, las construcciones megalíticas más destacadas, son tumbas de hace más o menos 5.000 años salvo alguna excepción que se data unos mil años más antigua. Sus pruebas para pensar en ello es que se han encontrado en algunos de ellos restos humanos o biológicos con esa antigüedad datados por el método del carbono-14. Por tanto, si se encuentran restos de huesos humanos de hace 5.000 años en o junto a un dolmen es que este es una tumba de aquella época. Esto es mucho presuponer en su uso y datación. Es como si los arqueólogos de dentro de cinco mil años concluyeran que un templo griego, por ejemplo del siglo V a.C., es una tumba del siglo XIX d.C. porque se han encontrado un enterramiento de este siglo junto a él. Las iglesias y catedrales en su mayoría tienen tumbas en su interior, o al lado, de religiosos o grandes personalidades, pero por ello no dejan de ser templos ni se datan por las fechas de los enterramientos. ¿No sería más fácil suponer que los dólmenes son templos de edad indefinida que por su carácter sagrado hacían atractivo que el creyente se quisiera enterrar en o junto a él, como ha sido tradicional de siempre?
El problema de datar la antigüedad de los dólmenes es que no se puede fechar una construcción que está enteramente hecha de piedra, pues el método del carbono-14 es para datar restos orgánicos, es decir, que tengan carbono; se trata pues de un método indirecto y que simplemente puede ayudar en algunos casos pero para la arquitectura en piedra poco o nada resuelve definitivamente.
El dolmen de Menga (Antequera, Málaga), la obra megalítica de su estilo más significativa de España e incluso de Europa, está datado de forma indirecta en el 2.500 a.C. porque se habían encontrado unos pocos utensilios como hachas de aquella época, poco más; además, es considerado una tumba porque esa es la teoría imperante, porque ni siquiera restos humanos se han encontrado en él.
En 2006, en el marco de unas excavaciones promovidas por la Junta de Andalucía para investigar el conjunto dolménico antequerano y su puesta en valor, se encontraron unas muestras de carbón en un sedimento intacto en el dolmen de Menga. Se analizaron por el carbono-14 y en 2008 Francisco Carrión, profesor titular del departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada, dio a conocer los resultados: son de alrededor del 3.700 a.C. Con lo que ya se piensa que posiblemente esa sea la antigüedad del dolmen, casi 6.000 años, retrasando su datación más de mil años a la que tiene por ahora. Esto demuestra que esta forma de datar los monumentos megalíticos es pura especulación pues puede variar según los restos orgánicos que se encuentren. Si mañana se encontraran en el dolmen unas muestras de hace 10.000 años... ¿se diría que el dolmen es de aquella remota edad? Posiblemente no, porque esto chocaría con la teoría admitida de que en aquella época el hombre no hacía construcciones de este tipo, y menos en occidente; en oriente ya se ha tenido que admitir la existencia de un templo megalítico con esa gran antigüedad, Göbekli Tepe, en Turquía, cerca de Siria.
Francisco Carrión, en el centro, durante la excavación en el dolmen de Menga de un pozo de casi 20 metros de profundidad considerado de la misma época. Está situado al fondo y tiene encima la piedra más grande de todas las enormes rocas con las que se hizo, pues la piedra que cubre este último espacio tiene una dimensión de 6 x 7 metros y un peso estimado de 180 toneladas (!).
Qué interesante cuestión. Tal vez Hankock falla en algunas aseveraciones pero está claro que lleva razón en algo, el ser humano, el homo sapiens no pudo estar miles de años sin hacer nada más que cazar y comer. Buen artículo.
ResponderEliminarBuen artículo también tengo un blog mi. Próximo posteriormente trata precisamente de los dolmenes de Asturias salvajemente expoliados
ResponderEliminarGracias, Rubén. Ánimo con el blog, siempre es necesario iniciativas así para apoyar nuestra cultura y patrimonio.
EliminarYo creo que la aparición del megalitismo está bastante ligada al establecimiento del modo de vida neolítico, en el cual la aparición de asentamientos fijos, con poblaciones cada vez mayores, propicia el surgimiento de ese fenómeno megalítico. En el paleolítico tendría menos sentido (si es que fuese siquiera posible). El neolítico en Europa se produce en torno al 5000 a.C. si no me equivoco, lo que coincide aproximadamente con la datación que se ha hecho de los dólmenes más antiguos.
ResponderEliminarQue interesante.realmente quienes somos
ResponderEliminarMuy interesante el artículo.
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