La Tabla Esmeralda es un pequeño y conciso texto atribuido a Hermes Trismegisto, el gran sabio mítico, para unos, o totalmente real, para otros, que se relaciona con el dios egipcio Tot (Dyehuty), dios de la sabiduría, que conlleva serlo de la escritura, la música y la magia.
Este texto sería uno de los muchos atribuidos a este sabio primordial, pero este se considera la base de la alquimia, pues en él está condensado el arte de la Gran Obra, objetivo de la alquimia o arte del perfeccionamiento. Como la Tabla Esmeralda contiene el secreto de la Gran Obra, todo adepto se esfuerza en seguir sus preceptos para así elevar sus conocimientos en el camino hacia la perfección.
Este texto sería uno de los muchos atribuidos a este sabio primordial, pero este se considera la base de la alquimia, pues en él está condensado el arte de la Gran Obra, objetivo de la alquimia o arte del perfeccionamiento. Como la Tabla Esmeralda contiene el secreto de la Gran Obra, todo adepto se esfuerza en seguir sus preceptos para así elevar sus conocimientos en el camino hacia la perfección.
Esta obra se data entre los siglos VI y VII porque las referencias y los textos más antiguos conocidos de ella son de esa época. Se tratan de textos árabes como el Kitab Sirr al-Khaliqa wa Sanat al-Tabia (hacia 650 d.C.) y el Kitab Sirr al-Asar (hacia 800 d.C.). Se considera que llegó al Occidente cristiano entre los siglos X y XI a través de traducciones árabes, pero aceptar esto supone pensar que ya existía de antes, de textos griegos, por lo menos de la época dorada del movimiento hermético en el Egipto ptolemáico. Para los hermetistas su origen sería mucho más antiguo, es decir, escrito directamente por Tot - Hermes hace varios miles de años, incluso en tiempos antediluvianos o atlantes. Hay muchas leyendas alrededor de la Tabla Esmeralda, pero la básica dice que su nombre se debe a que cuando apareció estaba grabada en dos columnas de mármol verde o en una placa de esmeralda.
El mensaje de la Tabla Esmeralda es expresado de modo simbólico, su sola lectura no revela su significado. El acceso a la Gran Obra requiere trascender nuestra limitación racional, de ahí que todo alquimista conlleve una transmutación personal paralela que le permita acceder al lenguaje del símbolo. El Todo, el Uno, tan sólo se expresa simbólicamente, y es necesario el aprendizaje en la hermenéutica del símbolo. De no ser así, su sola simplicidad generará incredulidad.
El texto dice así:
Es verdad, sin mentira, cierto y muy verdadero.
Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros de una sola cosa.
Y como todas las cosas proceden del Uno, por mediación del Uno, así todas las cosas han nacido de esa cosa única por adaptación.
Su padre es el Sol, su madre la Luna, el viento lo ha llevado en su vientre; su nodriza es la Tierra.
El padre de toda la perfección del mundo entero está aquí.
Su fuerza permanece íntegra si es convertido en Tierra.
Separarás la Tierra del Fuego, lo sutil de lo burdo, suavemente y con gran entendimiento.
Asciende de la Tierra al Cielo y vuelve a descender a la Tierra, recogiendo las fuerzas de lo que está arriba y lo que está abajo. Así tendrás la gloria del mundo entero, y toda oscuridad se alejará de ti.
Esta es la fuerza, fuerte con toda la fuerza, pues vence toda cosa sutil y penetra toda cosa sólida.
Así el mundo fue creado.
De ello saldrán admirables adaptaciones, cuyo medio es ofrecido aquí.
Por eso soy llamado Hermes Trismegisto, porque poseo las tres partes de la filosofía universal.
Gracias por la lectura. Desconocia este tema
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