Beltane (Buenfuego en irlandés) es una antigua festividad, una de las principales del calendario celta (y europeo en general), celebrada el 1 de mayo. Tiene mayor calado en Irlanda o Escocia, aunque también se celebra en otras regiones como Gales, Bretaña (Francia), Cornualles (Inglaterra) o Galicia (España). Sobrevive en la actualidad con prácticas folclóricas en Europa y la América anglosajona, y ha experimentado cierto grado de renacimiento tanto en lo folclórico como con ciertos ritos neopaganos.
Para los celtas, la noche de Beltane marcaba el comienzo de la temporada de verano pastoral, cuando las manadas de ganado se llevaban hacia los pastos verdes que solían ser las tierras de pasto de las montañas. Pero su motivo era la celebración de la fiesta en honor al dios Belenos. Este nombre significa brillante, resplandeciente y designaba al dios de la luz, el Sol y el fuego, energías renovadoras. Los romanos lo sincretizaron con Apolo. A Belenos se le asoció como compañera a la diosa Sirona. En Asturias su nombre ha quedado reflejado en la toponimia local; por ejemplo, en el concejo de Ponga se encuentra la localidad de Beleño, cuyo nombre deriva del dios celta.
En esta fiesta de renovación y fertilidad presidida por el dios de la luz y el Sol, Belenos, junto a su compañera Sirona, está claro su sentido primaveral, en la que con el creciente influjo del Sol la Naturaleza muestra su fertilidad. Por tanto, la simbología de lo masculino y de lo femenino se muestra abiertamente.
Para los celtas, la noche de Beltane marcaba el comienzo de la temporada de verano pastoral, cuando las manadas de ganado se llevaban hacia los pastos verdes que solían ser las tierras de pasto de las montañas. Pero su motivo era la celebración de la fiesta en honor al dios Belenos. Este nombre significa brillante, resplandeciente y designaba al dios de la luz, el Sol y el fuego, energías renovadoras. Los romanos lo sincretizaron con Apolo. A Belenos se le asoció como compañera a la diosa Sirona. En Asturias su nombre ha quedado reflejado en la toponimia local; por ejemplo, en el concejo de Ponga se encuentra la localidad de Beleño, cuyo nombre deriva del dios celta.
En esta fiesta de renovación y fertilidad presidida por el dios de la luz y el Sol, Belenos, junto a su compañera Sirona, está claro su sentido primaveral, en la que con el creciente influjo del Sol la Naturaleza muestra su fertilidad. Por tanto, la simbología de lo masculino y de lo femenino se muestra abiertamente.
Una de las principales actividades de la festividad consistía en encender hogueras en las montañas y colinas por la noche. En la antigua Irlanda, la principal hoguera de Beltane se encendía en la colina central de Uisneach, "el ombligo de Irlanda", centro de rituales del país, el cual se encuentra ahora situado en lo que es Westmeath. En Irlanda, el prendimiento de hogueras parece haber sobrevivido mejor únicamente hasta el presente en el condado de Limerick, especialmente en la ciudad de Limerick con su noche de hoguera anual, aunque algunos grupos culturales han expresado interés en revivir el hábito en Uisneach y quizás en la Colina de Tara.
En el norte de España también hay presencia de celebraciones ancestrales en estas fechas. En Galicia se celebraba con una recogida nocturna en los campos de cultivo con antorchas llamadas fachucos, cuyas cenizas eran esparcidas por la tierra. En Cantabria, en el primer día de mayo se celebra desde tiempo inmemorial la fiesta de la Maya, o Consagración de la Primavera, en la que se planta un gran tronco de árbol en el centro de las aldeas y se le engalana con cintas y ramas de colores, con una clara simbología de reverencia fálica que se relaciona con la fertilidad de la estación primaveral. Se elige asimismo a la Mayadama, una moza que es vestida con ropas blancas adornadas con flores y motivos vegetales. En todas las tierras del centro de España se celebra ancestralmente el "pingado del mayo", como inicio de la primavera, con especial tradición en las tierras altas de Castilla, especialmente de Segovia, Burgos y Soria.
En el norte de España también hay presencia de celebraciones ancestrales en estas fechas. En Galicia se celebraba con una recogida nocturna en los campos de cultivo con antorchas llamadas fachucos, cuyas cenizas eran esparcidas por la tierra. En Cantabria, en el primer día de mayo se celebra desde tiempo inmemorial la fiesta de la Maya, o Consagración de la Primavera, en la que se planta un gran tronco de árbol en el centro de las aldeas y se le engalana con cintas y ramas de colores, con una clara simbología de reverencia fálica que se relaciona con la fertilidad de la estación primaveral. Se elige asimismo a la Mayadama, una moza que es vestida con ropas blancas adornadas con flores y motivos vegetales. En todas las tierras del centro de España se celebra ancestralmente el "pingado del mayo", como inicio de la primavera, con especial tradición en las tierras altas de Castilla, especialmente de Segovia, Burgos y Soria.
En general estamos hablando de la Festividad de los Mayos, también conocida como los Mayos simplemente o como Fiestas de Mayo. Esta celebración primaveral generalmente se hacía coincidir con el primer domingo de dicho mes y tenía antiguamente connotaciones rituales totémicas a la divinidad primaveral o de los árboles, que se han ido perdiendo con el paso de los tiempos.
La celebración de las fiestas mayales es común en muchos países de Europa donde existen variantes similares de la misma festividad, originada por Beltane como estoy exponiendo. Esta tradición fue asimilada por los romanos en su adoración y culto a multitud de dioses. También asimilaron esta tradición mayumea en honor de la llegada de la primavera y de las primeras flores del año, el día que corresponde con el actual primer día de mayo. Todo poblado romano tenía además de los dioses oficiales los propios autóctonos. En Hispania se adoraba a la diosa Bona Dea, también llamada Maya, Maia o Fauna, diosa de la fertilidad en la mitología romana con la que se celebraba la llegada de la primavera. Precisamente la maya o el mayo es un tronco o palo alto (árbol de mayo) que se alza o se alzaba en algunas regiones de Europa, en la plaza o lugar público durante el mes de mayo y donde concurrían los mozos y mozas a divertirse con bailes y festejos. Los jóvenes competían por trepar por el árbol hasta llegar a la parte superior donde debían coger una bandera, mientras las muchachas les animaban desde abajo bailando y cantando en torno al árbol. Aunque hable en pasado es evidente que estas tradiciones perviven de un modo u otro.
La celebración de las fiestas mayales es común en muchos países de Europa donde existen variantes similares de la misma festividad, originada por Beltane como estoy exponiendo. Esta tradición fue asimilada por los romanos en su adoración y culto a multitud de dioses. También asimilaron esta tradición mayumea en honor de la llegada de la primavera y de las primeras flores del año, el día que corresponde con el actual primer día de mayo. Todo poblado romano tenía además de los dioses oficiales los propios autóctonos. En Hispania se adoraba a la diosa Bona Dea, también llamada Maya, Maia o Fauna, diosa de la fertilidad en la mitología romana con la que se celebraba la llegada de la primavera. Precisamente la maya o el mayo es un tronco o palo alto (árbol de mayo) que se alza o se alzaba en algunas regiones de Europa, en la plaza o lugar público durante el mes de mayo y donde concurrían los mozos y mozas a divertirse con bailes y festejos. Los jóvenes competían por trepar por el árbol hasta llegar a la parte superior donde debían coger una bandera, mientras las muchachas les animaban desde abajo bailando y cantando en torno al árbol. Aunque hable en pasado es evidente que estas tradiciones perviven de un modo u otro.
El Cristianismo ha asimilado esta Fiesta de Mayo como otras festividades paganas. Así, en relación con la Fiesta de Mayo, surgieron celebraciones como la Cruz de Mayo, reemplazando el tótem sagrado del árbol o el mástil por el símbolo cristiano de la Cruz, que sabemos que debe mucho como símbolo al árbol. Asimismo, en otras variantes, se identifica esta celebración con la introducción de la veneración a la Virgen María, sincretizando la fiesta de la Naturaleza y la fertilidad femeninas del pasado.
Pero Beltane tiene una vertiente más oscura. Se trata de la Noche de Walpurgis, celebrada en la noche del 30 de abril al 1 de mayo, principalmente en grandes regiones de Europa Central y del Norte. Es la conocida también como "la noche de brujas".
El origen de la festividad procede de antiguas celebraciones paganas germanas, adorando e invocando a los dioses de la fertilidad durante esa noche, pero este Beltane se adoptó para usos de brujería. Cuando llegó el cristianismo pronto, por tanto, se le atribuyó relación con el mal, incluso se le relacionó con un supuesto cumpleaños de Satanás. Puede ser una exageración, pero parece estar basada esta acusación en que realmente estos ritos paralelos a Beltane coqueteaban con el lado oscuro disfrazado de luz.
En la antigua Roma, el mes de mayo estaba consagrado a los antepasados (maiores). Era un mes en que en toda Europa se consideraba que los aparecidos hacían sus incursiones entre los vivos, entre ellos también los malintencionados, pudiendo haber aparecidas o mujeres embrujadas que quisieran engañar a los hombres casándose con ellos, con lo que había que tener mucha precaución durante este periodo.
En el centro y norte de Europa estaba muy extendida la creencia de que existía una divinidad que protegía a las brujas y que las reunía una vez al año en una montaña. Se decía que las brujas salían de sus casas formando cortejos hacia el punto de reunión. También es, como sabemos, una creencia en España, el conocido como akelarre. En la sierra del Harz, en concreto en su cima más alta, el Blocksberg, se celebraba una de las principales reuniones en esa noche. Así lo relata un autor de principios del siglo XVII:
Pero Beltane tiene una vertiente más oscura. Se trata de la Noche de Walpurgis, celebrada en la noche del 30 de abril al 1 de mayo, principalmente en grandes regiones de Europa Central y del Norte. Es la conocida también como "la noche de brujas".
El origen de la festividad procede de antiguas celebraciones paganas germanas, adorando e invocando a los dioses de la fertilidad durante esa noche, pero este Beltane se adoptó para usos de brujería. Cuando llegó el cristianismo pronto, por tanto, se le atribuyó relación con el mal, incluso se le relacionó con un supuesto cumpleaños de Satanás. Puede ser una exageración, pero parece estar basada esta acusación en que realmente estos ritos paralelos a Beltane coqueteaban con el lado oscuro disfrazado de luz.
En la antigua Roma, el mes de mayo estaba consagrado a los antepasados (maiores). Era un mes en que en toda Europa se consideraba que los aparecidos hacían sus incursiones entre los vivos, entre ellos también los malintencionados, pudiendo haber aparecidas o mujeres embrujadas que quisieran engañar a los hombres casándose con ellos, con lo que había que tener mucha precaución durante este periodo.
En el centro y norte de Europa estaba muy extendida la creencia de que existía una divinidad que protegía a las brujas y que las reunía una vez al año en una montaña. Se decía que las brujas salían de sus casas formando cortejos hacia el punto de reunión. También es, como sabemos, una creencia en España, el conocido como akelarre. En la sierra del Harz, en concreto en su cima más alta, el Blocksberg, se celebraba una de las principales reuniones en esa noche. Así lo relata un autor de principios del siglo XVII:
Con relación a lo que pueden hacer las brujas se dice que untándose con ciertos ungüentos, hechos con grasa de gato o de lobo, leche de burra y no sé qué cosa más, pueden salir de sus casas montadas en palos o escobas por una vía común e incluso por un agujero angosto y volar por los aires, y así transportarse de un lugar a otro hasta donde celebran sus festines y francachelas con diablos. Se halla divulgada la especie de que las brujas de toda Germania, después de hacer su unto, son llevadas en cortísimo tiempo, durante la noche de las calendas de mayo, al monte llamado Blocksberg y Heinberg, en tierras de los bructeros, parte por sus demonios familiares y dilectos, que adoptan formas de macho cabrío, puerco, ternero y otros animales semejantes, parte sobre horcas y báculos, pasando luego toda la noche en juegos, comilonas y danzas con sus amantes.
¿Invención, exageración o verdad? Pienso que de todo un poco. Partiendo de una base, en la que quizás sí se hacían ritos dirigidos a entidades oscuras, se exageró sus manifestaciones y hasta se metieron en el mismo saco otros ritos tradicionales de esta fiesta de Beltane.
Es curioso que fue durante la Noche de Walpurgis de 1776 cuando el alemán Adam Weishaupt creó en los bosques bávaros a los Illuminati, los Iluminados de Baviera, ese grupo secreto que se dice ha perdurado hasta nuestros días y que supuestamente ejercen desde entonces el mal, disimulado de luz y liberalidad, como una escogida élite para dominar la Humanidad. Como parte de sus maquinaciones perversas también estaría la celebración misma del día del trabajador, que es, como sabemos, el 1 de mayo. Ese día de 1886, unos obreros anarquistas de Chicago organizan una huelga y muchos mueren por disparos represivos. Tres años después se designó ese día como del trabajador. Según los conspiracionistas, los mismos que organizaron la huelga tenían preparada la represión, formando parte de los Illuminati. De esta manera, daban en este día una falsa celebración a los trabajadores que en realidad no son más que esclavos que creen ganar derechos en un sistema socioeconómico que dominan ellos, que lo que hacen en ese día es celebrar su cumpleaños como organización, una organización que inventa y promueve los movimientos que llamamos de izquierda y derecha, y sus enfrentamientos. Una especie de burla satánica que se celebra ese día del 1 de mayo.
Es más, muchos piensan que el mismo dios Belenos no es más que el falso dios de la luz, Lucifer, con lo que tendría sentido que los que profundizasen en su culto, llámense brujas y brujos, o los Illuminati, en realidad lo hacían o lo hacen con la oscuridad, con el mal.