sábado, 17 de noviembre de 2012

ALEJANDRO MAGNO Y JULIO CÉSAR

Muchos grandes personajes históricos están muy bien considerados, como Alejandro Magno y Julio César, los dos grandes héroes de la antigüedad grecolatina. Un repaso a lo que se cuenta de ellos los ponen a un nivel idealizado que ha perdurado en nuestros tiempos, pues hasta en el cine y libros actuales salen por lo general bien parados. La influencia grecolatina en la historia es enorme y sus grandes personalidades alabadas más allá de lo que merecen en muchas ocasiones, imponiendo su punto de vista. En estos dos casos su genio militar en cuanto a lo estratégico es indudable, sobre todo en el primero, pero esto no debe llevarnos a darles cualidades positivas que se les imputan y que no son otra cosa que una forma de tapar sus personalidades reales. Hombres como estos que triunfaron a base de golpe de espada e intrigas no pueden ser muy ejemplares más que en lo perverso. Egocéntricos, narcisistas, tiranos, despiadados, psicópatas, criminales, genocidas... es como se merecerían que fueran considerados y recordados. Utilizaron su gran inteligencia solo para su búsqueda de poder, por encima de todo y todos, costara lo que costara, por esto triunfaron en su mundo, que es tan parecido al nuestro por desgracia.
Según cuenta la leyenda, en el Templo de Hércules de Cádiz, situado en lo que actualmente es el Islote de Sancti Petri, Julio César tuvo un sueño que le predecía el dominio del mundo después de haber llorado ante el busto de Alejandro Magno por haber cumplido su edad sin haber alcanzado un éxito importante. Son las dos vidas paralelas de Plutarco, dos vidas de ambición sin límites para dos hombres que se endiosaron fatalmente.
En estos dos buenos documentales que pongo a continuación podemos acercarnos a una visión más real de lo que fueron estos dos personajes. Por lo menos sirven para que contrastemos la imagen suavizada e idealizada que se nos ha ofrecido habitualmente.



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