miércoles, 28 de julio de 2010

COMPOSTELA: ¿LA TUMBA DE SANTIAGO O DE PRISCILIANO?

La tradición cuenta que Santiago el Mayor, apóstol de Jesús, predicó en el norte de Hispania. Tras su muerte, decapitado en Jerusalén por órdenes de Herodes Agripa I en torno al año 44, fue trasladado a Compostela. Según esta tradición, el cuerpo decapitado de Santiago fue subido a un barco desde Judea y llevado a Finisterre (Galicia). El lugar donde fue enterrado fue luego llamado Campus Stellae (campo de la estrella) o Compositum (cementerio).

Hay dos leyendas acerca de la tumba de Compostela. La oficial dice que a principios del siglo IX un ermitaño llamado Pelayo vio unas luces (estrellas) cerca de un bosque. Unas voces angelicales le dijeron que fuera allí. Extrañado por los sucesos acudió a Teodomiro, el obispo de Iria Flavia (Padrón) para pedir consejo. Este mandó investigar los fenómenos, encontrando un monumento funerario. El obispo reconoció allí la tumba de Santiago. Alfonso II el Casto de Asturias fue el primer peregrino que acudió a venerar la reliquia.
La segunda leyenda cuenta que en la tumba no está Santiago el Mayor, sino el hereje Prisciliano de Ávila, que fue ejecutado en Tréveris, siendo la primera víctima de la Iglesia condenada por herejía a muerte. La leyenda narra que, tras la ejecución de Prisciliano, fue llevado a Compostela y enterrado junto a otros seis de sus seguidores. Allí fueron tratados como mártires.

Se sabe que en el siglo XVI se perdieron los restos, aunque volvieron a ser encontrados en 1879. Los restos se encontraron en una urna de piedra. Los científicos de la época determinaron que los restos eran muy antiguos, aunque no se mencionó la época, y de tres varones diferentes. Para las autoridades de la época no quedó duda de que se trataba de los restos del apóstol.
Ninguna de las dos hipótesis es concluyente, las dos tienen partidarios y detractores. La Iglesia no ha dejado investigar exhaustivamente con los supuestos restos del apóstol, así que todo son conjeturas. Sin embargo, sí se han hecho otro tipo de investigaciones y conjeturas como cuando en 1955 se descubrió la lápida del obispo Teodomiro, acabando con las opiniones que decían que ese personaje nunca existió y, por lo tanto, sirvió para dar más credibilidad a toda la leyenda santiaguista. Pero también se excavó el subsuelo de la Catedral, apareciendo vestigios de un cementerio paleocristiano que parece datar de la época de Prisciliano. Puede sonar raro que siendo obispo de Ávila, Prisciliano fuera enterrado en Galicia, pero es que posiblemente fue en esa zona de Hispania donde tuvo mejor acogida sus creencias y enseñanzas. Es curioso que una de las rutas jacobeas proviene de Tréveris, siguiendo la supuesta ruta del cadáver de Prisciliano hacia Compostela.

Prisciliano de Ávila fue un eclesiástico que se cree que nació en Gallaecia a mediados del siglo IV, aunque por ciertos indicios de su origen noble pudiera ser bético o lusitano. La provincia romana de Gallaecia era mayor que la actual Galicia pues comprendía gran parte del noroeste peninsular y, aunque su obra fue difundida principalmente en torno al obispado de Ávila, tuvo más repercusión en el noroeste de la provincia, donde años después la monarquía sueva pudo darle más cobijo como hecho diferencial frente a la dominante monarquía visigoda.
De fe cristiana, fue imbuido por el pensamiento gnóstico oriental, probablemente procedente de Egipto, así como del pensamiento maniqueo. Sus enseñanzas fueron conocidas como priscilianismo. Su doctrina parece que era muy conservadora con la antigua ley mosaica, negaba la Trinidad y no seguía la ortodoxia de la Iglesia oficial de Roma. Todos estos razonamientos fueron considerados por muchos contemporáneos como herejía, sobre todo la negación de Jesús como divinidad dentro de la Santísima Trinidad y la creencia personal en que Tomás era su hermano gemelo.
Él, con la ayuda de sus principales colaboradores, difundió su mensaje que cautivó, entre otros, a los obispos Instanciano y Salviano. Tras unos años de difusión de su doctrina, el Concilio de Zaragoza de 380 decretó excomunión para Prisciliano y tres obispos hispanos que le apoyaban. Como reacción, estos obispos decidieron ordenar sacerdote a Prisciliano y le nombraron obispo de Ávila.
Sus conflictos con la cúpula del poder de Roma fueron a peor cuando no sólo no se arrepintieron de su herejía, sino que intentaron justificarla y pedir explicaciones al Papa Dionisio. Al ver que no podían hacer nada por medios eclesiásticos, acudieron a los medios civiles. Tras cuatro años de favor del emperador, el cambio de emperador llevó a Prisciliano y a los suyos a ser condenados por un tribunal civil por crimen de magia.
En el año 385 fue decapitado ante la Porta Nigra de la ciudad de Tréveris. Tras la muerte de los herejes, su mensaje se propagó más, convirtiéndose en mártires de la causa de lo que se llamó el priscilianismo.

7 comentarios:

  1. Según los trabajos de investigación propios, coincidentes con los autores mencionados, la realidad del Monte Solar Libredón de la Gallaecia Astruorum, es que dicho monte, hoy Santiago, tiene una gracia superior a la misma Meca, e incluso mayor a la de Roma. Pero dicha gracia al ser propia del Obispo Prisciliano, Roma lo declara hereje, y las edificaciones que en dicho monte existen - se derriban y se prohíbe la creencia solar de Prisciliano.

    La gracia del Libredón es la gracia solar de los lugares bendecidos, que dan a los hombres que los hacen suyos la prosperidad. Gracia que Abu-Kasim hace suya apoderándose de la Meca, y de cuya gracia parte para conquistar el Imperio romano.

    Pero al crecer la creencia de Abu-Kasím, Muammad par sus seguidores, Mahona para los cristianos, Roma se ve obligada a recuperar un Santuario que a la Meca se oponga. Recuperando el Libredón Solar, dedicándolo al Apóstol Santiago, siglo IX. A partir de cuyo momento la gracia de los musulmanes se pierde y de nuevo la ganan los cristianos, recuperando Jerusalén y expulsando a los moros de España.

    A todo lo acontecido se le puede dar la explicación que se quiera, atea, cristiana, musulmana. Pero la realidad es la que es, y los hechos no se pueden negar. Si bien la historia cada cual la escribe a su conveniencia.

    Pero se escriba lo que se escriba, de ser cierto que Santiago fue al Libredón, bien vivo o muerto, la iglesia cristiana tendría que revisar su teología. Pues lo que el Libredón es no casa con lo evangélico que del cristianismo se muestra. A no ser que el cristianismo original no fuera tal como después se empeñaron que fuera.

    Lo que nadie puede negar es la gracia solar del Monte Libredón, hoy Santiago; gracia original anterior a las creencias.


    So. Andrés Castellano Martí.

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    1. Interesante comentario, Andrés, gracias.
      Que Santiago sea según tu investigación y opinión un lugar de poder con más gracia, superior, a otros como La Meca o Roma me reafirma un poco más en la idea de que es un sitio sagrado desde la más remota antigüedad, objetivo de peregrinación iniciática y enlazada muy posiblemente con Egipto y Jerusalén.
      Aquí te pongo los enlaces a dos artículos sobre el tema que hice después de este:

      http://ianuacaeli.blogspot.com.es/2011/12/el-diseno-sagrado-del-camino-de.html

      http://ianuacaeli.blogspot.com.es/2011/12/el-diseno-sagrado-del-camino-de_22.html

      Un saludo.

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    2. Estimado Torres.

      Había leído tus trabajos, que me parecieron muy buenos. Y de los cuales te felicito.
      Lo que ocurre y es muy propio de todos los que estudias el tema, y sois académicos, es que buscáis en los escritos y las brújulas, y no miráis la luz y sombra del sol. Siendo imposible que comprendáis a quienes sin escritos, ni brújulas, hicieron las cosas que hicieron; de las cuales sólo queda una ínfima parte visible, incoherente y confusa.

      Pero si queda todo aquello que aprovechando lo anterior, promociona y triunfa. Y de saber separar el trigo de la paja, se ve como origen de todo.

      Todos los datos que aportas, estudioso Torres, de dar un paso más, te enseñarán mucho más de lo que sabes.

      También es verdad que de encontrar a alguien que ya lo sabe -adelantarías mucho.

      No te rindas.

      So. Andrés Castellano Martí.

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    3. Académico no soy, curioso y de mente abierta sí, y mucho, hasta la heterodoxia que a tantos irrita.
      Entre todos avanzamos, claro que sí.
      Gracias de nuevo por tus estupendos comentarios y ánimos.
      Un cordial saludo.

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    4. Torres.
      Cuando digo “Académico” me refiero al método de verificar las cosas. Pues tu sabes que en académico lo que no se puede demostrar es falso, o no existe. Y esto en lo concerniente a los lugares con gracia, esto no es así. Pues muchos lugares -científicamente, no se puede demostrar que sean distintos a otros iguales, pero quienes se percatan de la gracia, para quienes la notan, si existen lugares diferentes.
      Es el caso de los zahories, que detectan el agua, u otras cosas, cuando científicamente la gracia que poseen no es científica. O los llumen que estando en el mar, detectan las islas o las costas. Cosa que científicamente es fabula, pero que en los llumen es realidad.
      La pena es ver que toda la ciencia que afloraba en Santiago, casi toda ha desaparecido, y son muy pocos los que la mantienen; y encima se la callan.
      Tu sigue investigando, que antes o después también la encontrarás.

      So. Andrés Castellano Martí.

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    5. Estoy de acuerdo.
      Seguiremos el camino...
      Gracias.

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  2. Los restos que hay en Santiago no son del Apóstol ni de Prisciliano. Pero lo cierto es que del mito y/o leyenda del enterramiento del cuerpo del primero surgió una Catedral y alrededores maravillosos con el consiguiente Camino, incluso vertebrando Europa.

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