jueves, 16 de diciembre de 2010

LA SORPRENDENTE TECNOLOGÍA TARTESIA

El estudio de los materiales arqueológicos encontrados en la amplia región de la península Ibérica ocupada por la civilización de Tartessos deja claro un hecho indiscutible: la sorprendente habilidad y tecnología de sus orfebres, ya fuesen joyeros, herreros, escultores, ceramistas o de cualquier otra profesión artística. Por ejemplo, se ha podido comprobar que los pintores se servían de unos medios similares al compás y a la regla, pues es imposible que consiguieran tal perfección geométrica a pulso.
Otro de los hallazgos más asombrosos es haber comprobado que los materiales mecánicos eran trabajados con tornos, lo que permite suponer que los artesanos tartesios habían aprendido de los egipcios, o estos de los otros, ya que se sabe que en el valle del Nilo se utilizaban tornos muy simples para trabajar la piedra. Sin embargo, según los estudios de Petrie y Baker, confirmados en nuestros días, sabemos que los egipcios utilizaban una cuchillas cien veces más duras que el diamante, mediante las cuales dejaban las vasijas de piedra como si fueran de porcelana. Estas cuchillas no han podido ser superadas por la tecnología actual. ¿Utilizaban también estos tornos con extraordinarias cuchillas los tartesios? Contar que los artistas tartesios manejaban herramientas parecidas al pantógrafo y que sus tornos contaban con engranajes y cuchillas, que facilitaban el ajuste de las piezas hasta la centésima de milímetro, puede llevar a creer que se exagera, cuando todo esto ha sido comprobado por los arqueólogos y los técnicos.
El término de "alta tecnología" aplicado a Tartessos cuenta con la prueba más efectiva en el famoso "Tesoro de Villena" (Alicante), que se encontró en 1963. Datado del 1000 a.C., consta de 66 piezas entre brazaletes, cuencos y frascos principalmente, con un peso total de casi 10 kg, la mayor parte de oro. Todos los brazaletes ofrecen unas formas muy singulares, pero resultan idénticos hasta la décima de milímetro. Esto da idea de que fueron "fabricados en serie", mediante una chapa unida de oro que no está soldada ni tiene remaches. Los frascos y los cuencos también resultan ideales al comparar las distintas piezas, lo que nos permite saber que en aquellos remotos tiempos se conocía la técnica de la repetición.

"Tesoro de Villena", Museo Arqueológico de Villena, Alicante.


Otra muestra impresionante es el hallazgo que se hizo en el pueblo sevillano de Lebrija en 1923, donde aparecieron seis piezas elaboradas con una chapa de oro finísima, todas ellas absolutamente idénticas con un peso de 1,3 kg. Ofrecen una altura de 70,3 cm., una anchura de 9,6 cm. y 11,3 cm. de ancho en la base; a lo largo de su tallo se ven 44 molduras paralelas, que rematan en el platillo de la parte superior. Son huecas y les dieron el nombre de "candelabros", aunque se sabía que esta no era su utilidad. Fueron realizadas con un torno sobre un molde, del que después se extrajo la pieza. El simple hecho de contemplarlos de cerca parece que se tenga delante unos objetos de nuestra moderna industria.

Tres de los candelabros de Lebrija, en el Museo Arqueológico Nacional, Madrid.

Otra peculiaridad tecnológica la podemos encontrar en los llamados "anillos tartésicos", porque la piedra preciosa quedaba articulada sobre un eje, de tal forma que pudiera mantenerse bien puesta tanto en los dedos de la portadora como en el estuche. Cualquier joyero actual sabe que para conseguir estos resultados es preciso realizar un trabajo muy complicado, pero si intentaran repetirlo seguramente no lograrían lo mismo que los antiguos españoles que habitaban en el sur de la península. No hay duda de que el ingenio de los tartesios era sobresaliente y sorprendente. Y a pesar de que se insista desde los medios oficiales que el alto grado de desarrollo en el sur peninsular fue debido principalmente al contacto con otros pueblos mediterráneos, no deja de ser cierto que entre estos es muy difícil encontrar piezas arqueológicas de la calidad e incluso tipología de las halladas en los territorios tartésicos, lo que parece indicar que ya por sí solos su nivel cultural era muy elevado y que pudiera tener un origen más antiguo y posiblemente autóctono, como los mismos fenicios y griegos narraban en sus historias semilegendarias.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

REFLEXIÓN SOBRE LA REPRESIÓN DE LO FEMENINO

Siendo hoy el día de la Inmaculada Concepción de María podría haber dedicado este artículo a esta advocación mariana intentando aclarar el importante significado simbólico - esotérico que tiene en cuanto se trata de la esencia y exaltación de la divinidad de lo femenino, pero he preferido hacer una reflexión y reivindicación de lo femenino.

En los últimos miles de años la Humanidad ha visto cortada, abortada y reprimida su parte femenina, con el perjuicio que eso supone para mujeres y hombres. Seguramente forma parte del control que se ejerce sobre las personas, a las que no se quieren más que como esclavas sumisas. Para conseguirlo que mejor que imbuir a los humanos el miedo, lo peor que se puede tener, pues ese sentimiento, esa baja vibración, tapona todo lo demás: si se tiene miedo no se avanza en nada, la mente se estanca y lo físico se sobrelleva con pena y como un castigo. Miedo, ignorancia, violencia y odio van unidas, son consecuencias.
Durante milenios han conseguido que los hombres tengan miedo de su lado femenino, pues no lo conocen en verdad, y odian esa parte, creando un hombre "muy masculino", es decir, duro, dominante y violento, hasta el punto que incluso a la mujer se le ha inculcado que el verdadero hombre con carácter y atractivo debe ser duro y dominante más allá de lo normal. La mujer no conoce tampoco su feminidad, lo que esto significa realmente, son ignorantes, y cuando creen liberarse según los preceptos de la modernidad en realidad están masculinizándose, se vuelcan en su polo masculino mal comprendido haciendo lo que los equivocados hombres hacen, cayendo en sus errores; por supuesto, también muchas mujeres tienen miedo de su potencial. Todo esto lleva a un desequilibrio enorme en la Humanidad, que carece de buena parte de su lado femenino, perjudicando a los hombres y a las mujeres, más a estas, pues ellas son las que tienen su lado preponderante femenino.
Perdemos creatividad, sensibilidad, contacto con la naturaleza, con la creación, con lo intuitivo, con lo espiritual... con las energías, con la mayor energía creativa que existe, que es la luz del amor que une los polos para crear, con el verdadero Dios, el gran Todo que todo lo es.
Sed como niños... antes de que estos sean manipulados mentalmente en los roles dañinos que les enseñan sobre el género, es decir, sobre lo masculino y lo femenino, sobre los hombres y las mujeres. Un niño cuando mira a otra persona no la mira como masculino o femenino, sino como una persona que le cae bien o no, como una persona que le parece atractiva o no, etc., sin duda captando de forma inconsciente las vibraciones de la otra persona y comprobando si son afines a las suyas; y cuando se sienten atraidos por un persona del otro sexo, sobre todo ya al ir acabando su niñez y acercándose la pubertad, lo hacen siguiendo el llamado natural de la atracción de los contrarios complementarios que todo en la creación sigue. Hemos perdido la naturalidad en el establecimiento de las relaciones entre los hombres y las mujeres, sea en el nivel que sea. Cuando se piensa en ello con sentido común parece increíble que lo hayamos perdido y que sea tan difícil de recuperar. Esta sociedad materialista, reprimida y represora, esta Humanidad del miedo, no deja vivir, no deja evolucionar a las personas que están en su seno, de ahí los desencantos, las depresiones, la violencia... hay tanta energía acumulada mal canalizada, hay tanto amor que nos gustaría dar pero que no nos dejan desarrollar... Todos los poderes de este mundo, político, económico y religioso, siguen las mismas coordenadas: mantened a las personas ignorantes de su potencial, con miedo de sí mismos y de los demás, que crean que nosotros, nuestros preceptos y nuestras reglas son el único camino para sobrevivir en este mundo, que no despierten porque si no serán como dioses.
No sé con certeza si la época de la liberación de la Humanidad está cercana, la época en la que la parte de la Humanidad que despierte, que sepa, comprenda y experimente el salto evolutivo que hay que dar siguiendo el conocimiento que lleva al Amor. Quizás estemos ya viviendo esa época, la verdad es que estos tiempos están teniendo muchos síntomas que inclinan a pensar en ello, pues nunca ha habido tanta presión como ahora a pesar de que la mayoría de la gente no lo perciba así, pues creen que viven libres, es decir, les están haciendo creer que son libres en esta sociedad realmente esclavista; ¿cuántas de todas esas personas se siente felices, satisfechas, realizadas y tranquilas? casi ninguna, y a pesar de eso se creen que viven en el mejor de los mundos posibles.
Quizás esta época, como he dicho, sea la antesala de la liberación, cuyo inicio o cúspide puede estar alrededor del año 2012, pues se espera que la energía que estamos recibiendo del universo, concretamente de nuestra galaxia, las Pléyades y el Sol, tenga un pico muy elevado, en un ciclo que ya hemos comenzado y que ya está experimentando esa subida de energía. Recordemos, Todo es energía en vibración, cuanto más intensa es esa energía y a mayor frecuencia vibre más posible es elevar nuestra mente y espíritu porque recibimos esa energía que nos eleva a los planos superiores. Esa energía no es perceptible por nuestros sentidos ordinarios de la misma forma que no percibimos la luz (un tipo de energia vibratoria) por encima y por debajo de la frecuencia que captamos con los ojos; todo lo visible, todo lo que podemos captar con los sentidos es energía en un tipo vibratorio bajo; lo material no es más que energia vibrando en poca frecuencia, es energía con más densidad: esto, como todo lo demás, se ha dicho en el esoterismo hermético desde hace milenios, pero ahora por fin desde hace unas décadas la ciencia lo acepta cuando están descubriendo la naturaleza de las partículas atómicas que conforman la materia. De esta forma, toda la energía que vibra a muy altas frecuencias, la mayoría, no la podemos percibir, siendo todo esto lo que llamamos los otros planos, dimensiones, etc. en donde lo mental y más arriba lo espiritual se encuentra (captamos parte de esa elevada energía por los llamados chakras, los puntos energéticos del cuerpo que hay que desarrollar para poder recoger esa alta energía equilibradora). Se podría decir que Dios, el Principio de Todo, es el Espíritu de vibración máxima (en nuestra escala sería infinita), del que emana toda la energía, desde la más alta hasta la más baja que ha ido perdiendo esa alta vibración inicial, es decir, las bajas dimensiones, la materia, constituyendo todo la Creación. Y en la Creación, que parte de la Unidad, todo se hace doble, dual, con dos caras, y una de ellas es la polaridad de género, es decir, lo femenino y lo masculino, que son de la misma naturaleza y se complementan, y sin los cuales no es posible la Creación; por eso en nuestra dimensión, para que sea posible la creación, generación o reproducción, como queramos denominarlo, es necesario la unión de lo femenino con lo masculino, hasta tal punto que hasta las partículas subatómicas tienen género, cuestión que ya la ciencia empieza a descubrir: los protones son masculinos y los electrones femeninos, y a partir de ellos y sus combinaciones todo lo que vemos y lo que no, toda la energía en sus distintas manifestaciones se hace posible. Sin esta dualidad de género la Creación no existiría, así de sencillo.
Masculino y femenino, hombre y mujer para nuestra especie en este mundo, la dualidad de una misma cosa, participan uno del otro, complementarios, interdependientes, se necesitan, se buscan, se aman...
Un símbolo muy significativo de esta magnífica dualidad creadora de vida es el que une el yin (femenino) y el yang (masculino) de la tradición oriental. Las dos partes se unen y participan una de la otra formando un círculo, la divinidad, la perfección.

Mientras tanto, nosotros aquí en nuestro tiempo, hombres y mujeres, mujeres y hombres, discutiendo que si esto o si lo otro, en una guerra de sexos sin sentido, mientras que las élites manipuladoras, conociendo todo esto, están encantadas con este enfrentamiento que mantiene a la Humanidad distraída, peor: estancada, involucionada, confundida, perdida, pues hemos perdido nuestro maravilloso lado femenino, que tanto anhelamos pero que, como no lo conocemos, no sabemos encontrar... excepto aquellos que han despertado, que han abierto los ojos a la realidad y que intentan ser completos liberándose de las cadenas mentales que nos han puesto. Algunos solo acabamos de abrir los ojos, y nos hemos dado cuenta que más allá del lugar en el que estamos dormidos hay algo más, pero seguimos estando adormilados aprendiendo cómo levantarnos y salir de la celda que nos apresa.
Teniendo todo esto en cuenta, pensemos en lo que realmente tendría que ser la mujer y el hombre, cual su relación natural y cuales serían los papeles predominantes de un género y otro en la sociedad. Probablemente llegaríamos rápidamente a conclusiones parecidas, a un acuerdo en lo básico, en lo que realmente importa, más allá de estúpidas controversias que no hacen más que perjudicarnos a todos alargando nuestro despertar.
Desde la Madre Tierra, desde la más general Diosa Madre o Materia (de mater - madre) donde vivimos, es decir, desde lo femenino de Dios, debemos partir y levantarnos elevando nuestras conciencias... si dejamos a un lado lo femenino nunca encontraremos el equilibrio elevador, pues no existe equilibrio si no unimos lo femenino en igualdad con lo masculino... miren en su interior y no tengan miedo.